Sr. Director:
La sincronización es perfecta. No podía fallar. Cuando el presidente del Gobierno está contra las cuerdas a causa de la crisis económica que le desborda por todas partes, entonces aparece oportuno y salvador el insigne magistrado. En ningún otro momento más oportuno podría ser su intervención.
Lo de siempre. Para distraer al personal, preocupado con el gravísimo problema de la crisis económica, que afecta el bolsillo de la mayoría, se pone como cortina de humo el tema vidrioso y polémico de los muertos del pasado, con el noble fin de redescribir la Historia y de paso dar leña al mono contra Franco y la Iglesia.
Claro, no cuenta el señor Garzón que esta película ya la hemos visto varias veces en los medios de la izquierda inconformista y sectaria.
Si al menos por una vez nos pusieran a la audiencia algo inédito sobre las pocas víctimas del comunismo, del genocidio de Paracuellos o de los millares de fetos inocentes masacrados por la ley injusta y criminal del aborto, quizá lograrían algo más que remover la m… que dicen, que cuanto más se mueve, peor huele.
Señor Garzón mil gracias por su valiosa contribución a la paz de este país, antes llamado España.
Miguel Rivilla San Martin
miriv@arrakis.es