Otra vez: la progresía, el Nuevo Orden Mundial (NOM), el señor Obama, el lobby feminista -y capitalista- internacional, ya no quieren destruir a la Iglesia quizás porque, como le ocurría a Voltaire, se sienten incapaces de gobernar a un país, a una humanidad, que no cree en Dios. Al menos, que crean en el demonio. No, no quieren destruir a la Iglesia, quieren conquistarla. El Nuevo Orden Mundial progresista paga lo que le pidan. Noticias Globales nos habla de dos católicas devotas a las que Obama ha elevado a lo más alto. Pero no olvidemos el caso Nancy Pelosi, esa chica tan devota que considera un deber de caridad fomentar el aborto. En todo el papado de Benedicto XVI, nunca he visto a la diplomacia vaticana comportarse de manera tan casi grosera como con la presidenta de la Cámara de Representantes. Y es que lo que la Iglesia no puede permitir es la incoherencia, precisamente lo que pretende el NOM. Una cosa es respetar a quien no se confiesa católico y otra permitir que doña Nancy case su fe con sus derechos reproductivos, algo más bien incasable. El pluralismo interno, en el seno de una misma mente no es más que esquizofrenia.

Así que ya lo saben. Si quieren ustedes triunfar en la Administración Obama o en cualquier institución controlada por el NOM no tienen más que confesarse católicos fervorosos, a fuer de fervorosos abortistas.

Eulogio López

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