Se deduce que en cualquier hogar, la persona que trabaja, suele levantarse antes que otro miembro de su familia, para ducharse  antes y llegar al trabajo temprano.

Sr. Director:

Sale del trabajo también antes para así evitar el tráfico de las horas puntas. Al llegar a su casa se sienta, cena, ve la tele y pone la alarma para al día siguiente otra vez empezar la diaria y tediosa rutina de su existencia.

En el antiguo testamento en el libro de Eclesiastés, Salomón nos dice "que no existe nada nuevo debajo del sol". Con esto nos quiere decir que el aburrimiento, la rutina y la monotonía existen. 

Si por el contrario vivimos y compartimos la vida con Dios y nos ponemos al amparo de su Divina Autoridad, nuestra existencia podría ser fruto de alegrías y convertirse en un sendero fácil de misiones cumplidas donde no dan cabida la agobiante sensación del vacío de la rutina cotidiana.

La vida sin la guía de Dios significa vivir sin propósitos y carecer del deseo de mejorar y elevar nuestros espíritus a ese estado de perfección que tanto puede llegar a influir en nuestra propia estima.

La fe en "Dios Nuestro Único Creador" puede convertir nuestras vidas en una fuerza exultante que llene los vacíos de la monotonía de nuestra rutina cotidiana. 

Concepción M. Losada

gavia39@yahoo.com