Es una mentirosa compulsiva. Miente hasta cuando no necesita mentir. Ninguna noticia puede darse por cierta hasta que no es ratificada por la vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega. ZP no habla tanto como ella, por lo que no puede mentir tanto, aunque sólo por eso. Jesús Caldera está muy contento con su nueva función. Mentira.

No existe el menor problema entre Pedro Solbes y Miguel Sebastián. Mentira.

Cristina Narbona ha realizado una gran labor pero había que reestructurar su área. Mentira.

La diferencia entre ZP y De la Vega es que el primero dramatiza más que la segunda. El primero llama "creadores e investigadores" a Ana Belén y compañía, simplemente porque ZP es igual de mentiroso que De la Vega pero mucho más cursi.

Pero todo eso es lo de menos. Hay cosas  que los políticos dicen pero los intermediarios, los medios, nunca se lo tomaron en serio, entre otras cosas porque les tienen demasiado cerca. Por eso, la labor habitual de los medios son intermediarios encargados de coloca a cada uno en su lugar, pero eso se acabó. Ahora, el rigor informativo consiste en repetir y amplificar lo que dicen los ministros, por muy tonto que sea lo que dicen.

Este es el problema. La capacidad de crítica de los medios disminuye, y con ello la capacidad crítica de la sociedad. En ese páramo cualquier mentira es creíble y cualquier historia re-escribible. Pero no hay que preocuparse, siempre nos quedará Internet.  

De la teoría a la práctica: Rodríguez Zapatero se ha convertido en el presidente más poderoso y con menos control de toda la democracia española. Por lo demás, no hay muchos problemas en España.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com