En el artículo "Urdangarin imputado: la casa Real se rompe, la Monarquía se refuerza", afirma Andrés Velázquez que "la clave de la unidad de España sigue siendo, tras 30 años de democracia, la Corona".
La realidad desmiente su aseveración. En esta Monarquía que se instauró en la transición, la unidad de la nación española se ha debilitado como nunca había sucedido. En realidad esta es una especie de Monarquía confederal de naciones unidas por un tenue hilo de pertenencia al Estado.
No, Andrés, la Corona no es precisamente garantía de unidad nacional, sino que es un factor de desintegración nacional. Lo que ha sido la Corona es garantía de disolución prácticamente de facto de la Nación española. Ese fue el pacto de las cúpulas políticas que diseñaron la transición, la de instaurar una Monarquía que fuera condescendiente y pusilánime con respecto a los separatismos y la izquierda, la cual nunca apoyó la unidad nacional por considerarla un eje de los valores de la derecha: catolicismo, tradición y unidad nacional.
Cuando la unidad nacional no tiene que ser ningún valor exclusivo de ninguna bandería política, sino un valor de toda la sociedad.
Lorenzo Jiménez Guerrero