A mediodía de este miércoles se celebraba un almuerzo organizado por el Foro Nueva Economía. La ministra de medioambiente, Cristina Narbona, fue la invitada. Como era obligado, Narbona realizó un balance sobre los dos años de legislatura y planteó también los retos de futuro. Entre las decisiones de las que se siente más orgullosa destacó el proyecto de ley de acceso de los ciudadanos en materia medioambiental. Se trata de la transposición de un convenio internacional del año 98 que en la práctica permite la intervención judicial de las asociaciones ecologistas. Es lo que la ministra llama profundización de la democracia mediante la participación de ciudadanos activos.
También se mostró especialmente satisfecha de la creación de la Fiscalía Especial para el Urbanismo y Medioambiente, a raíz de la aprobación de la Ley de Montes. Se trata de una vieja reivindicación del PSOE convertida ahora en realidad. Por otra parte, Narbona no ha perdido la ocasión para lanzar puyas al PP. La confederación sectorial de Medioambiente se ha reunido diez veces en estos dos años frente a las diecisiete de las dos legislaturas de Aznar. Conclusión: el PSOE Dialoga más con las CCAA que el PP.
Además, Narbona ha anunciado su intención de desarrollar legislación básica sobre parques naturales y ha anunciado también su deseo de declarar el parque de Monfragüe como parque natural en el consejo de ministros del próximo viernes. Tampoco ha perdido la ocasión para felicitar a la Generalitat catalana por poner en marcha un programa de adquisición de electrodomésticos más eficientes energéticamente. Su compañera Trujillo también ha recibido las loas por la aprobación del código técnico de edificación que, recordemos, obliga a todos los nuevos edificios a disponer de placas solares de generación eléctrica. Por último, en cuanto a lo que ha calificado como derogación parcial del Plan Hidrológico Nacional, Narbona ha reiterado su compromiso de invertir más de 4.000 millones de euros en el desarrollo y modernización de las cuencas mediterráneas, equivalentes en términos de inversión a lo previsto en el transvase del Ebro.