El histerismo del catalanismo político es tal que su presidente Josep Montilla, acudirá la semana que viene al Senado para promover una reforma del Tribunal Constitucional según la cual, resolvería con el apoyo de tan sólo 8 magistrados. Casualmente la cifra que le permitiría echar por tierra el Estatut. Esta debe de ser la contribución del catalanismo en la latinoamericanización de España. Porque esto de echar por la ventana al TC sólo ocurre en democracias tan asentadas como Ecuador, Venezuela y Argentina. Ahora Montilla se suma al clan.
Y todo esto en catalán, que como estamos en crisis, nos podemos permitir el dispendio de 6.500 euros para la traducción simultánea. Paga España, un estado solvente como todo el mundo sabe. Por lo demás, tiene gracia que un 'charnego' fuerce la máquina para que en el Senado se hable catalán cuando Pujol -catalán por los cuatro costados- nunca tuvo ningún problema en dirigirse a la Cámara Alta en castellano.
Andrés Velázquez
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