El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, acusaba en la mañana de este miércoles en La mirada crítica de Telecinco, al PP de querer controlar al Tribunal Constitucional. En realidad es el mundo al revés, porque hay que recordar que el magistrado Pérez Tremps fue nombrado por el Gobierno. Según marca la ley, pero por el gobierno. Y más: ante la aceptación de su recusación, es el Gobierno quien está presionando para que presente su dimisión y poder nombrar a otro más afín, que resuelva la papeleta de la constitucionalidad del Estatut.
En realidad, Iceta no hace más que seguir el discurso de Montilla quien acusaba al PP de querer ganar en los tribunales lo que habían perdido en el Parlament, el Congreso, el Senado y el referéndum. Pero Iceta introduce un elemento más, sin duda haciéndose eco de la batalla interna del TC: señala que lo que está en cuestión es la posibilidad de que en un catedrático como Pérez Tremps pueda acceder a magistrado del TC. Por supuesto no es este un asunto en debate, pero Iceta se hace eco de la queja académica de Pérez Tremps.
Por lo demás, ya hemos defendido en Hispanidad en varias ocasiones que sería el Tribunal Constitucional quien debería dejar limpio como una patena el Estatut. Porque como diría El Gallo, lo que no puede ser, no puede ser, y además, es imposible.