El ministerio de Educación ha hecho pública una nota en que asegura que el Consejo de Estado no encuentra objeciones a la asignatura Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos (EpC). El ministerio llega a afirmar que el Consejo de Estado incluso avala tanto la conveniencia como la legalidad de dicha asignatura.
Una burda manipulación del dictamen del Consejo de Estado, denuncian desde Profesional por la Ética (PPE). Porque en el dictamen sobre el proyecto de RD de Enseñanzas mínimas de la ESO de 21 de diciembre de 2006 se advierte expresamente al gobierno que en virtud de la libertad de enseñanza garantizada en el artículo 27 de la Constitución, no puede formar parte de los aspectos básicos del sistema educativo la difusión de valores que no estén consagrados en la propia Constitución.
Y por si no fuera poco, el Consejo de Estado advierte al gobierno que debiera incluirse en la descripción de la competencia Aprender a aprender, el reseto a padres y profesores, la aptitud para aprender y escuchar el consejo y orientación de unos y otros y la sensibilidad para apreciar el ejemplo que puedan constituir.
Por su parte, PPE ha realizado un estudio de los contenidos mínimos definitivos de la asignatura Educación para la Ciudadanía en el que demuestra que esta materia va más allá de la promoción de la convivencia y la ciudadanía democrática y constituye un instrumento para la educación de la conciencia moral del alumnado. La asignatura aspira a crear una nueva ética común excluyendo cualquier referencia a una moral objetiva, al bien, a la verdad o a la dimensión trascendente del ser humano, concluye el informe de PPE Educación para la Ciudadanía, una moral de Estado obligatoria.
Además, la asignatura no contiene los valores del esfuerzo, el trabajo o la superación, ni tampoco existe referencia a la autoridad de los padres o profesores. La única mención a la familia es para recordar que en ella debe practicarse el diálogo y la no violencia, señala el informe.
Por último, el informe asegura que los contenidos afectivo-emocionales impulsan los sentimientos, deseos y emociones como referente esencial del comportamiento humano y promueven la ideología de género, equiparando todas las orientaciones afectivo-sexuales como igualmente válidas. Sin duda esta asignatura va mucho más allá de los valores constitucionales y la promoción de la ciudadanía democrática para adentrarse en la conciencia moral del alumnado, concluye el portavoz de PPE, Jaime Urcelay.