Sr. Director:

La mitad de las embarazadas españolas menores de 18 años (exactamente el 49,15 por ciento) recurrieron al aborto en el año 2001, según un estudio comparativo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) presentado el martes 6 de julio en Madrid por la demógrafa Margarita Delgado. Se trata de un trabajo que analiza, entre otras cuestiones, la evolución de la proporción de abortos sobre embarazos en España desde 1990. Globalmente, se ha pasado en 11 años de un 8,46 por ciento al 14,62, pero es interesante ver algunos datos por grupos de edad. Por ejemplo, el de chicas de 35 a 39 años pasa de un 12,61 por ciento de abortos por embarazos en 1990 al 10,55 en 2001 y el de 40 a 44 baja del 24,22 al 23,45. Por el contrario, la franja de 15 a 19 años evoluciona del 20,44 por ciento (tercer puesto del ranking por edades) al 45,20 (primera posición). También suben espectacularmente los abortos en chicas de 20 a 24 años (del 11,10 al 31,83 por ciento) y en las que tienen entre 25 y 29 (del 4,94 al 12,45 por ciento). Por otro lado, en términos absolutos, la cifra de abortos en España creció un 88 por ciento entre 1990 y 2001, año en que se alcanzaron los 70.000 asesinatos de niños antes de nacer.

Por comunidades autónomas, Baleares (con un 20 por ciento) encabeza la lista global que muestra la proporción de abortos por embarazos, mientras que Cataluña ocupa el primer puesto tanto en las menores de 18 años (60 por ciento) como en el grupo de edad de chicas entre 15 y 19 (57,42). En este último caso, llama la atención el descenso de los porcentajes en las chicas que tienen entre 30 y 49 años, muy superior a la media española. Por ejemplo, en el grupo de edad entre 45 y 49, se pasa del 41,86 por ciento del año 1990 al 31,91 de 2001. Además, en el de 40 a 44, la proporción cae casi 7 puntos (del 32,46 al 25,66 por ciento) y, en el de embarazadas de 35 a 39, los abortos pasan del 16,66 por ciento al 12,80. La evolución en adolescentes, y en general del margen de edad entre 15 y 30 años, es similar al total de España.

No es un problema de información

Con todos estos datos en la mano, está claro que el aborto es, cada vez más, una cuestión de adolescentes. Cuando la sociedad se pregunta por qué sucede todo esto, por qué se practican tantos abortos, mucha gente responde, bajo la influencia de la mentalidad dominante, que los chicos y chicas más jóvenes no tienen suficiente información. Pero esto es falso sobre todo por tres razones:

1- Las campañas institucionales para fomentar el uso de preservativos se iniciaron en la segunda mitad de los años 80, hace 15 años, cuando gobernaba el socialista Felipe González.

2- En los países europeos donde también se organizan este tipo de campañas desde hace tiempo, los resultados han sido desastrosos. Por ejemplo, el Reino Unido es, junto con Estados Unidos, el país del mundo con más embarazos no deseados: 30 por cada 1.000 jóvenes (en Estados Unidos son 50).

3- En estos momentos, las chicas de los países occidentales son las mejor informadas sexualmente en toda la historia de la humanidad. No hay más que escuchar conversaciones entre adolescentes y, por ejemplo, observar todo lo que están publicando en los últimos años las revistas especializadas o dirigidas al público más joven.

El aumento del aborto y el hecho de que no se reduzcan los llamados embarazos no deseados constituyen una realidad que no depende de la información que se da a las personas que potencialmente pueden verse afectadas, sino que se trata de un problema de interiorización de la conducta. Por ejemplo, dar a conocer las normas de tráfico o la obligación de pagar impuestos a Hacienda no tiene como consecuencia directa que todo el mundo conduzca bien o presente correctamente la Declaración de la Renta. En la sexualidad, la interiorización de la conducta se fundamenta en la maduración de las relaciones interpersonales, y esto es un proceso que las personas adolescentes no han completado. Por tanto, ¿tiene sentido incitar constantemente a los menores de 18 años a tener relaciones sexuales, como hace, por ejemplo, la cadena televisiva por satélite MTV?

Menos preservativos y más valores

El problema del aumento de embarazos en adolescentes no es, pues, de preservativos, sino de formación en valores y virtudes, entre las que también está la castidad. Por ejemplo, en una tertulia radiofónica, se llegó a decir el miércoles 7 de julio que "el aborto es un signo de progreso porque hace que la mujer, si no está madura para tener un hijo, pueda librarse de ello". Si todo el mundo admite que las chicas, a determinadas edades tempranas, no tienen suficiente madurez para ser madres, ¿por qué se las incita constantemente a tener relaciones sexuales? Ciertamente las personas adolescentes tienen capacidad sexual, pero todo el mundo ve muy claro que el hecho de que una persona entre 15 y 18 años tenga ciertas capacidades no quiere decir que todas deban llevarse necesariamente a la práctica. Por ejemplo, hacer pesas está al alcance de cualquier adolescente porque físicamente puede conseguirlo, pero los expertos no lo recomiendan, lo mismo que sucede con la conducción de coches y otras actividades.

Algunas corrientes feministas, con su contribución a la trivialización de la sexualidad (que es, en el fondo, la base de todo el problema), han completado un ciclo y han vuelto a situar a la chica de 16 años en el papel de objeto sexual. La sociedad la promueve como un prototipo de mujer joven que sexualmente es atractiva por la forma de vestir, los gestos y otras manifestaciones externas. Ésta es otra de las expresiones de una mentalidad que quiere convertir las relaciones sexuales en un simple "juego de contactos" y negar la esencia física de la relación personal entre un hombre y una mujer comprometidos y abiertos a la vida, algo que es mucho más serio y, sobre todo, más importante.

Finalmente, cabe señalar que el CSIC presentó, coincidiendo con la difusión de este estudio comparativo, una nueva web de salud reproductiva que, según denuncia el Instituto Valenciano de Fertilidad, es un instrumento al servicio de los intereses de los fabricantes de la píldora del día después, que es abortiva. La entidad valenciana también recuerda que el CSIC pretende, con el nuevo portal en Internet, integrar el aborto en la salud reproductiva.

 

Ignasi Miranda