En Riba-roja-Valencia un ciudadano de nombre Félix, casado y con hijos, perdió su puesto de trabajo, y solo Dios sabe que más "perdió", porque ante la desesperación se prendió fuego a lo "bonzo" y murió.
Ya no solo en España los trabajadores van sumándose a las listas del paro, donde ya son más de cinco millones, si no que uno de ellos se ha quitado lo más preciado que tiene el ser humano ¡la vida!
Y mientras esto sucede, que las empresas echan a la calle a millones de trabajadores, y a otros millones les rebajan el sueldo, y los bancos los dejan sin vivienda, el gobierno, tanto el anterior como el actual, solo piensan en la mal llamada "reforma laboral" que traducida, para que todos la entendamos, es simple y llanamente abaratamiento del despido.
¿Cómo puede ser que un gobierno, que ve como día a día van a engrosar las listas de parados miles de personas aun faciliten más el despido? Ni al gobierno de Zapatero ni ahora al de Rajoy se les pasa por la "conciencia" ¿tendrán de eso o no? Que los trabajadores ya no pueden dar más de sí, que ya es momento de que pongan freno a esa sangría, que ya es hora de que giren la vista a los que roban el dinero público, a los que se llevan el capital a paraísos fiscales, a los bancos a los que les dan dinero y especulan en lugar de facilitar los préstamos para la creación de empleo.
¡Señores del gobierno, o terminan de "masacrar" a los trabajadores o los trabajadores más pronto que tarde terminaran con ustedes. ¡Ni un parado más y mucho menos ningún Félix más! Descanse en paz.
Miguel Dueñas Muñoz