Sr. Director:

Dicen las estadísticas que ya casi no nacen niños con Síndrome de Down porque sus padres prefieren deshacerse de ellos mediante un aborto.

Corren tiempos difíciles para los enfermos e indefensos, difíciles porque la compasión ha huido de los corazones y las madres ya no son madres, ni los padres ejercen como tales, ya que han desertado del papel de protectores y guardianes de los hijos de sus entrañas, sustituyéndolo por un afán de poseer un hijo como se posee un artículo comprado sin defectos y agradable de ver y sentir.

Malos tiempos, sí, en que los humanos nos hemos vuelto inhumanos arropados por un falso sentimiento de piedad hacia el hijo al que no se le reconoce su primer derecho: vivir y heredar el cielo.

Cristina Téllez

ctellez88@gmail.com