Para entendernos, las redes sociales son un patio de comadres donde el personal se expresa con mucha más mala uva que en los antiguas corralas -al menos, aquellos eran reales, no virtuales- y amparados en la impunidad del anonimato.
Pero resulta que este engendro que hemos creado condiciona toda la vida social y, especialmente, la política. Los expertos lo explican así: "las redes sociales anticipan en tres días los asuntos que van a ser portada de los medios y centro de la vida política". En plata, si consigues orientar las redes se lo pueden poner muy fácil, o muy difícil, a un Gobierno.
Así es. Las redes sociales son un engendro donde se dice una cosa sensata por cada 99 chorradas y, de estas últimas, la mitad son injurias. Pero también son una explosión de libertad de una ciudadanía que quiere sentirse protagonista y no un mero elemento pasivo.
Pues bien, los gobiernos tratan ahora de utilizar a su inteligencia militar y a las grandes tecnológicas para 'analizar' las redes sociales. Bueno, más bien manipular, que de eso se trata.
¿Cómo manipular unas redes mundiales Pues es posible. Ningún gobierno puede conseguir que millones de personas digan lo que quieres que digan, pero puede conseguir que un puñado de informáticos dotados con ordenadores potentes cree millones de opiniones en una misma dirección.
¿Y eso se está haciendo, por ejemplo en España Por supuesto que se está haciendo. Lo grande siempre es más manipulable que lo pequeño.
¿Y también puedes difamar al adversario Por supuesto. Más, cuanto mayor sea tu potencia de fuego.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com