Una versión deformada del Concilio llegó de manera eficiente al gran público a través de los medios de comunicación, que consideraron el Vaticano II una lucha política y favorecieron las corrientes más complacientes con el mundo.
Amplificaron la idea de descentralizar la Iglesia y de dar el poder a los obispos a través del pueblo. Los frutos fueron nefastos. Si bien cincuenta años después el "Concilio virtual" se está perdiendo, y va surgiendo el verdadero Concilio Vaticano II con toda su fuerza espiritual.
Esto lo dijo Benedicto XVI en el encuentro que tuvo con los sacerdotes de la diócesis de Roma en el Aula Pablo VI, durante el cual abordó magistralmente diversos temas. Allí no faltaron los aplausos ni las manifestaciones de afecto.
"Estaba el Concilio de los Padres pero también estaba el Concilio de los medios de comunicación, que era casi un Concilio por sí mismo" indicó Benedicto XVI recorriendo sus recuerdos. Si bien lamentó el papa "el mundo percibió el Concilio más a través de los medios que eran muy eficientes, o sea que al público le llegó más el 'Concilio de los medios' que el Concilio de los Padres".
"El Concilio de los Padres -precisó- se realizaba dentro de la fe, el Concilio de la fe buscaba el intellectus, intentaba entenderse, entender las señales de Dios y dar respuestas a los desafíos del momento. En cambio el Concilio de los periodistas no se realizó dentro de la fe, sino en el interior de las categorías de los medios de comunicación de hoy, o sea fuera de la fe, con una hermenéutica diversa".
Enric Barrull Casals