Sr. Director:
Los cristianos no necesitamos que ningún político respete, profunda o superficialmente, nuestras opiniones. Pedimos que se respete al ser humano. Porque un bebé ya lo es un día antes de nacer y desde que es concebido (si no, ante la duda, la persona que quiera abortar, que espere a ver si le sale un ser humano o un sapo del vientre).
Por eso, abortar es matar a un bebé. Que matar está mal lo hemos visto todos claro con el 11-M, la guerra o la violencia doméstica. Los políticos de todos los partidos tienen una madre y un padre que les han dado la vida, y también llevan siendo seres humanos desde que fueron concebidos. Distinto es lo que nos quieren vender: un ser humano en ninguna etapa de su vida (tampoco en la intrauterina) es un material genético para manejar a su antojo, sino una persona humana como usted y yo, capaces de hacer mucho bien a la humanidad y capaces de barbaridades como las que estamos oyendo.
Mª Luisa Sanz
luisaleta@yahoo.es