Sr. Director:
Con larga experiencia en la enseñanza, la verdad, prefiero la Ley General de Educación, a la LOGSE, y la no imposición de la LOE: aquella, al menos, era seria, exigía a los alumnos dedicación y esfuerzo, preparándoles así para la batalla de la vida.
Como yo, parece ser que piensan la mayoría: el 73% de los profesores cree que el sistema de ahora es regresivo. La LOGSE ( la LOE es más de lo mismo) además de exigir menos esfuerzo a los alumnos, impuso graves sacrificios: a los "alumnos buenos", porque los más atrasados no dejan avanzar; a los "malos", por desatarse entre ellos el desánimo y el aburrimiento (unido a los complejos que desencadena una clase que no puede seguirse con normalidad, no es raro que algunos busquen destacar por las "picias"); a los profesores, por la dura batalla de no saber, en ocasiones, si seguir la materia o dar repaso, y porque no son domadores; a la sociedad, porque contará con menos cuadros preparados. Como alumna, llegué a la Universidad con el curso ya iniciado (tuve que esperar la excedencia), y lo noté, sobre todo, en las clases de Árabe, que superé gracias a una compañera. Mi situación me llevó a comprender a mis alumnos atrasados; pero no comprendo ahora que el Ministerio imponga una Ley de Educación semejante a la que ha sido denostada por padres, profesores y alumnos. Si un muchacho no fue capaz de aprobar – por lo que fuere- un curso, ¿ cómo se le va a permitir pasar con asignaturas importantes suspensas? Y si se dedica sólo a éstas y abandona el resto, ¿ como mantener sin oxidarse, los conocimientos adquiridos? De hecho, los alumnos que se dedican sólo a sus asignaturas pendientes, son los que más fracasan en las Pruebas de Acceso a la Universidad ( PAU). Opino que con dos materias troncales suspensas, es aconsejable repetir curso en el Bachillerato.
Josefa Romo
jose.romo11@gmail.com