Llegó al avión en estado de embriaguez evidente, señala un testigo presencial de los hechos, quien confirma la historia del ex ministro de Justicia y eurodiputado en el vuelo JKK 5006, Madrid-Las Palmas

El pasado miércoles 12 informamos de que el ex ministro de Justicia del Ejecutivo Zapatero, hoy eurodiputado, Juan Fernando López Aguilar, había cogido, el 8 de octubre, el vuelo JKK 5006 Madrid-Canarias en aparente estado de embriaguez. Informamos, también, que desobedeció las advertencias de la azafata para que apagara el móvil hasta en dos ocasiones. La información fue publicada, a pesar del desmentido del interesado, por tres motivos. En primer lugar, porque nadie está obligado a hablar mal de uno mismo. En segundo lugar, porque nuestras fuentes eran fiables: testigos presenciales del suceso. Y, en tercer lugar, porque el propio López Aguilar deja la puerta abierta a la veracidad de los sucesos al afirmar que en todo caso, no sería noticia y que no voy a conceder nada.

En cumplimiento de la Ley de Rectificación 2/1984, este lunes publicamos el escrito de rectificación remitido por el Sr. López Aguilar a través del servicio de prensa del PSOE.

Pues bien, reiteramos hoy la veracidad de nuestra información. Agustín Serrano, un testigo presencial que viajaba en el mismo vuelo, insiste en que el Sr. López Aguilar llegó al avión de Spanair en evidente estado de embriaguez: venía con una maleta de mano, la chaqueta arrugada y tambaleándose. Entró con su escolta; se sentó en la fila 1. Tan evidente era la situación que el suceso fue comentado por el pasaje. ¿Testigos? El avión estaba lleno; estábamos muchos testigos.

¿Podría ser -como él afirma- que estuviera cansado y que quizás llevaba la corbata desabrochada? Estaba despeinado, tenía la sonrisa tonta, la mirada perdida; cuando andaba se tambaleaba y no articuló una sola palabra porque era consciente de su estado.

Un ex ministro, cabeza de lista por el PSOE en las pasadas elecciones europeas por el Partido Socialista debería ser un ejemplo de comportamiento ciudadano pero lo grave vino después. El avión estaba en pista de despegue cuando el ex ministro de Zapatero sacó su móvil y empezó a mandar mensajes, según señala Serrano. La sobrecargo del vuelo se dirigió a él y le exigió que apagara el móvil inmediatamente; él hizo caso omiso. Esta es la parte más censurable. No sólo porque colocó al pasaje en el riesgo que se deriva de la posibilidad de interrumpir el sistema de comunicaciones de la aeronave, sino por la prepotencia que supone desobedecer una instrucción de quien en ese momento ostentaba la autoridad, un miembro de la tripulación. Pasados unos 15 segundos -aclara el testigo-, la sobrecargo volvió a insistir para advertirle tajantemente que apagara el móvil porque atentaba contra la seguridad del vuelo. ¿Y qué pasó entonces? Este señor volvió a hacer caso omiso, cuando el avión ya estaba en despegue, señalan nuestras fuentes. Finalmente, con el avión ya corriendo por la pista, lo apagó.

¿Cómo actuó la azafata?: La sobrecargó actuó tajante y estuvo en su sitio; era un momento importante del vuelo y le exigió que apagara el teléfono móvil, insisten. Tras el incidente, López Aguilar durmió durante las dos horas largas. ¿Y luego?, ¿hubo disculpas? No articuló palabra; era consciente de su estado, insiste.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com