La explosión nuclear en la planta de Marcoule a mediodía ha levantado todas las alarmas. En los primeros momentos, las autoridades francesas señalaron el peligro de fuga radiactiva, aunque más tarde aseguraron tener la situación bajo control. Por el momento, se informa de un muerto y cuatro heridos.
La central se encuentra en el sureste de Francia, a 240 kilómetros de la frontera española. Las primeras reacciones en la bolsa se han hecho notar con una caída de EDF, inicialmente del 7%, que se moderó después hasta el 4%.
En cualquier caso, este accidente perjudica a un ya deteriorado sector nuclear. El accidente de Fukushima aceleró el cierre nuclear en Alemania bajo la atenta mirada del resto de Europa. Por supuesto, Francia, absolutamente dependiente de este tipo de energía, no solo no quería cerrar sino que pretendía tomar el liderazgo en la industria una vez que los alemanes se retirasen. Ahora, el palo les llega a los franceses dentro de sus fronteras.
Mariano Tomás
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