Sr. Director:

He tenido la oportunidad de asistir al III Congreso de Víctimas del Terrorismo en Valencia y quiero recalcar las conclusiones que yo he sacado sin ser, gracias a Dios, víctima del terrorismo y que los medios de comunicación no transmiten nunca en sus mensajes ni a través de la prensa escrita, ni radiofónica, ni audiovisual.

1. Gran unidad de todas las asociaciones de víctimas. Da igual la ideología de cada una de ellas, no les importa, están unidas y mucho, pese a que la imagen que se nos muestra es la de la existencia de decenas de víctimas y todas partidistas.

2. No tienen nada de odio. Sorprendente, ¿verdad? Pero no reclaman ni exigen pena de muerte, no guardan odio (a excepción de poquísimas personas, yo sólo contabilicé dos de las más de trescientas que allí estábamos), no tienen rencor, están dispuestos a perdonar, siguen adelante... y exhortan a la sociedad entera y al gobierno que se les tenga en cuenta y los asesinos cumplan las penas íntegras.

3. Ante la ausencia del Presidente del Gobierno no sentían indignación, sino sobre todo dolor. Una víctima me dijo : independientemente de mi adscripción política, me duele que mi presidente no esté conmigo hoy. No hay odio

4. Tenían alegría de vivir, ganas de seguir adelante y agradecían la existencia del congreso porque les daba fuerza para seguir adelante. Unidad.

5. Todas se preguntaban cuándo se habían sentado los asesinos con ellos a negociar la muerte de sus familiares. Un grito unánime, una sola voz: No a la negociación.

Veronica Domínguez

v.dominguezdo@yahoo.es