Tal y como afirmara Hispanidad.com, George Bush se las arregló para que fuera su padre, George Bush señor, quien invitara a los Reyes de España a su rancho. De esta forma, la diplomacia norteamericana no tenía que invitar al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y, mucho menos, al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

En definitiva, que aunque España sea un gran país y un país amigo, las relaciones entre Estados Unidos y España están donde estaban. Es más, puede decirse que Bush ha utilizado a los Reyes para no quedar ante los españoles como un grosero. Esta ha sido la visita privada que algunos han tratado de convertir en pública.