La vida real de las princesas nada tiene en común con las de los cuentos de hadas. De esa gran diferencia pronto se percató la protagonista de esta historia: Victoria I de Inglaterra.

La reina Victoria cuenta los primeros años de la existencia de esta soberana británica que, desde su infancia, conoció las intrigas palaciegas, el aislamiento e, incluso, la incomprensión de su madre, la duquesa de Kent, muy influenciada por su secretario personal, John Conroy. La ascensión al trono muy joven también conllevó sinsabores para Victoria puesto que intentó ser manipulada por parientes y políticos. Esto la convirtió en una mujer desconfiada hasta que conoció al que sería el amor de su vida que, dicho sea de paso, tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para convencerla de sus buenas intenciones y de su cariño verdadero

El canadiense Jean-Marc Vallée es el responsable de este grato drama histórico en el que retrata con precisión una época histórica marcada por las turbulencias sociales al mismo tiempo que describe con acierto a los principales personajes que tuvieron un papel destacado en la vida de Victoria.

Detrás de esta cuidada producción (que apuesta claramente por la monarquía) se encuentra Sara Ferguson (ex cuñada del príncipe Carlos de Inglaterra). En ella no sólo se disfruta con una excelente  puesta en escena sino también con unas magnificas actuaciones (algo usual en las películas británicas). Todo ello para recordar a la soberana británica que ha tenido un reinado más largo y que, personalmente, luchó por ser feliz a pesar de las complicaciones que le deparaba su alto estatus social

Para: Los que disfruten con los dramas históricos narrados con sencillez pero con corrección