La actualidad del día giraba en torno al mismo tema que ayer: la recusación para participar en las decisiones sobre la constitucionalidad del estatuto catalán del magistrado del Tribunal Constitucional, Pérez Tremps, porque elaboró un informe sobre ese estatuto para la Generalitat a cambio de 6.000 euros. Con un añadido : hoy se discute si Pérez Tremps estudia dimitir y de esa forma dejar paso libre al nombramiento de otro magistrado por el gobierno que sería afín a sus intereses, es decir, a favor de la constitucionalidad de los artículos del estatuto catalán.
Carlos Herrera, en Onda Cero, ha calificado el día de carajal político gordo, como consecuencia de la decadencia de la relación entre política y justicia. Se liquidan los elementos básicos para la convivencia y el buen funcionamiento del estado de derecho. El organismo encargado de vigilar a los político está viviendo una crisis sin precedentes. Una crisis de consecuencias malas. Herrera destacaba que Pérez Tremps está deshojando la margarita de dimitir. Según Herrera, incluso se puede dar a entender que fue nombrado para que trabajara en ese tema, y para ese informe. Muy mal rollo. Pero es que, subrayaba también el locutor de Onda Cero, si no piensa dimitir, va recibir una serie de presiones que no les quiero ni contar. De su decisión depende el futuro de José Luis Rodríguez Zapatero. Si el TC tumba algunos artículos se monta un carajal político en España, e incluso, -proseguía Herrera y como ya ha advertido el PSC-, cae el gobierno de Rodríguez Zapatero.
Herrera insistía en que esa dimisión sería cargarse al TC. Es un escándalo mayúsculo, pero se evitaría el hundimiento del PSOE y de su coalición con el nacionalismo. Pero las consecuencias para el constitucional son demoledoras. Y lanzaba Herrera otra pregunta: ¿Poner en riesgo al constitucional para sacar adelante sus tesis políticas es algo que pactó Rodríguez Zapatero con Mas en su pacto del tabaco?.
José María Calleja, también en Onda Cero, destacaba que es la segunda recusación en toda la historia del TC. Y se ponía de alguna manera al lado del magistrado : es que este señor igual también puede tomar una decisión por sí mismo. Este señor tiene derecho también a un cierto margen de maniobra. Creo que tendrá cierta posibilidad de poder decidir, pero las críticas se han planteado de tal forma que este señor está quemado y cualquier cosa que haga también. A mí, el estatuto de Cataluña me produce la más profunda de las melancolías, pero hay 42 artículos en el estatuto de autonomía de Andalucía que han sido aprobadas por el PP.
Enric Juliana, también en Onda Cero, lanzaba una pregunta: ¿qué hacemos con el magistrado Rodríguez Zapata, que es el ponente de la recusación? El ponente también ha escrito un artículo encargado por la fundación Bisuñé, vinculada al PSC. ¿Qué hacemos con este ponente que ha incurrido en el mismo error que el recusado? ¿Qué hacemos con este delirio, que va a hacer que cada vez que a alguien le llamen para redactar un informe saldrá huyendo, no vaya a ser que le recusen?.
Casimiro García Abadillo le respondía a Juliana: Esa pregunta no tiene sentido porque nadie le ha recusado (a Rodríguez Zapata). Por lo tanto, lo que está encima de la mesa es el caso de un señor que ha sido recusado por el TC. Y antes de llegar aquí, quiero recordar que el señor Pérez Tremps fue recusado el año pasado también por el PP, porque el PP ha puesto dos recursos de inconstitucionalidad al estatuto de Cataluña, uno sobre su tramitación y otro sobre el fondo. Para decepción de los que piensan que en el TC los magistrados son como los diputados de los partidos, hay que recordar que varios magistrados nombrados a propuesta del PP votaron en contra de la recusación del señor Pérez Tremps porque pensaban que no había motivo para ello. En la primera recusación se estimó que lo que había hecho Pérez Tremps no afectaba en un primer momento, la recusación se ha formulado después de conocer el contrato de Pérez Tremps, es decir, que él había intervenido sobre un texto sobre el que luego había que decidir. Es una persona que no puede decidir sobre algo de lo que ya ha expresado una opinión previamente. Es decir, que no estamos ante una locura generalizada (como apuntaba Juliana).
Y Carlos Rodríguez Broun defendía sin tapujos al magistrado Pérez Tremps: no ha hecho nada malo. Y se ha mostrado partidario de que siga en el TC y además juzgando la constitucionalidad del estatuto.
En la SER, los tertulianos ahondaban en el asunto Pérez Tremps, defendiendo también al magistrado. Para un tertuliano, si Pérez Tremps toma la decisión libérrima de dimitir y el gobierno cumple con su obligación de sustituirle inmediatamente al dimitido, habría juicios de intenciones, eso ya sería el diluvio y la catástrofe.
Otro tertuliano de la SER apuntaba que va a ser muy difícil encontrar un profesor de universidad de reconocido prestigio que pueda ser magistrado del TC.
Hay un grave problema político, y la única posibilidad de que la decisión del TC sea una decisión que políticamente sirva para algo es que la decisión del TC sea tomada por una mayoría neta y por unanimidad. La recusación (de Pérez Tremps) podría indicar que el TC ha entrado en esta greña y ha decidido esta recusación por mayoría muy justa, señalaba otro tertuliano de la SER.