Los índices de morosidad de la Unión Fenosa en Nicaragua son espectaculares y rondan el 40%. La cultura generalizada considera que la luz como las carreteras- es gratis y que por tanto, no hay que pagarla. Basta con tirar un cable atado a una zapatilla y asunto resuelto. Por supuesto, como a algún empleado de Nicaragua se le ocurra visitar al moroso, será recibido con los oportunos palos de béisbol y el perro con hambre de pelea. Conclusión: Fenosa no ingresa lo que debe, pero sirve a toda la población. Por eso fuentes diplomáticas señalan que la eléctrica española es la gran ONG del país.
Pero claro, ante una situación de estas características, no existe margen para realizar nuevas inversiones. Y el consumo energético crece, como en todos los países. Eso ha producido un déficit reabastecimiento que ha obligado a la compañía a realizar cortes selectivos de electricidad en el país, con los consiguientes problemas para la sociedad civil: pérdida de los productos almacenados en neveras, incremento de la delincuencia como consecuencia de la oscuridad, etc.
Total, que la gente se ha echado a la calle para reclamar a los gallegos que no les corte de la luz y reclaman del gobierno que rescinda el contrato de concesión firmado con Fenosa. Quieren que la electricidad vuelva a manos estatales y se niegan al proyecto de financiación estatal por 9 millones de dólares a la compañía española. Eso sí, nunca se plantea la necesidad de recortar la mora. Y como dice el refranero, soplar y sorber, no puede ser. Por su parte, el presidente nicaragüense, Enrique Bolaños, ha anunciado que no se plantea la rescisión de la concesión que el gobierno realizó con la compañía española en el 2000, porque se agravaría la crisis energética. Pido a la ciudadanía ser parte de la solución, no del problema, señaló Bolaños en la radio pública nicaragüense. No obstante, el Instituto Nicaragüense de Energía inició la semana pasada un arbitraje contra Unión Fenosa por supuesto incumplimiento de contrato de concesión. Por supuesto, la eléctrica española se ha mostrado dispuesta a colaborar en la solución de la crisis de abastecimiento.