Sr. Director:

Uno de los valores supremos que nos han intentando inculcar desde aquel 1978, es el valor de nuestra Constitución y la importancia que tiene que todos los españoles, sin excepción alguna, cumplan con su contenido, haciendo así posible que se desarrolle su valor de garante frente a la sociedad española.
 
Sin embargo resulta sorprendente que, aquellos que se cuelgan las medallas de respetuosos, que tienen la desfachatez de señalar con su dedo acusador quienes deberían estar perseguidos y encarcelados (véase la Pantoja), sean los que constantemente se pasen la legalidad y el valor supremo de nuestro ordenamiento por…el Arco del Triunfo, sí, ese que está en Francia y ahora por mucho que les duela en manos de un político capaz de enarbolar la bandera de la moral y de la decencia y cantar libremente, bien alto y sin tapujos su himno nacional.

Mientras, nosotros tenemos que permanecer expectantes en nuestras casas, como quien acude a una mala representación teatral, viendo como nuestro Gobierno a través de su Fiscal General del Estado permite que los batasunos se rían una vez más de todos nosotros. Resulta paradójico que nuestros gobernantes en vez de buscar la protección de sus ciudadanos, como el buen padre de familia, prefieran tender la mano a aquellos que disparan por la espalda, aquellos que tienen que acudir a las pistolas porque no son capaces de defenderse con la palabra, aquellos que atemorizan a la sociedad española regando nuestras tierras de sangre de héroes que no eligieron este papel, sí, aquellos que son los nuevos amigos de nuestro "gran" presidente Rodríguez Zapatero.

Víctor Amado García

victoramado8@hotmail.com