• La caja vasca no ha sido presionada por el Gobierno para que se fusione con alguien de su tamaño.
  • Conclusión: cabreo en Ibercaja, Unicaja, Mare Nostrum (BMN) y Liberbank
  • Se buscan entidades de 150.000 millones de euros.
  • Y sobre, todo: se distingue entre absorbentes y absorbidos.

La reforma bancaria no se ha convertido en una jaula de grillos porque ya lo era, pero, además, se está convirtiendo en un desastre de agravios comparativos.

La última: el Ministerio de Economía comunicó a cuatro banco-cajas de ahorros (Unicaja, Ibercaja, Banco Mare Nostrum (BMN) y Liberbank) que ni se plantearan acudir como absorbentes a ningún concurso -especialmente a Catalunya Caixa (CX)- y que se fusionaran para constituir entidades de no menos de 150.000 millones de euros. Y rapidito.

Gran cabreo porque todos los presidentes de estas entidades -Braulio Medel, Amado Franco, Carlos Egea y Manuel Menéndez- aspiran a seguir creciendo por absorciones. Recuerden que estamos hablando de no menos de 20 antiguas cajas de ahorros.

Además, gran sorpresa por el hecho de que no fuera convocado Kutxabank, producto de la fusión de las tres cajas vascas y que, esta es la noticia, aspira a hacerse con Catalunya Caixa, convertida, por mor de las ayudas públicas que conllevará, en oscuro objeto del deseo.

Y es que, en el imaginario del Ejecutivo, CX era objeto de disputas entre Santander y BBVA. Especialmente el primero por aquello de que el BBVA se ha quedado con Unnim. Y encima luego se ha unido el Sabadell y tampoco le hace ascos el Popular. Pues bien, la Kutxa, que preside Mario Fernández (en la imagen) quiere jugar y el Gobierno no le ha parado los pies. Al menos, no le convocó para ponerle límites.

Demasiados agravios comparativos para una reforma cada día más enrevesada.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com