La Junta de Andalucía tenía preparado un decreto por el que se suspendían las renovaciones de cargos en todas las cajas andaluzas. ¿La excusa? La reestructuración del sistema financiero iniciada con la aprobación del Frob. Es decir, la máxima ignaciana: en tiempos de tribulación, no hacer mudanza. En realidad se trataba de una norma redactada ad hoc para Braulio Medel, presidente de Unicaja, obligado estatutariamente a iniciar el proceso de renovación el próximo 15 de agosto.
El movimiento de Medel ha sido audaz. La fusión con Caja Jaén le ofrece dos años más de presidencia. De esta manera lanza un mensaje a la Junta: no me hacen falta vuestros decretos. Eso, por si alguien pensaba que Medel podía ser utilizable. O intercambiable. Porque arrecian los rumores de que Magdalena Álvarez podría ser la presidenta de la gran caja andaluza. Medel protege su territorio. Y Álvarez tendrá que quedarse tranquila.
Por lo demás, arrecian las presiones sobre Caja Sur. Este mismo jueves, Chaves insistía en que la fusión de la caja de la Iglesia con Caja Sur tendría todo el sentido. La respuesta de Caja Sur es la de siempre: resistiremos y mantendremos nuestro proyecto autónomo.