Encima, la deuda a corto ha aumentado en 9.000 millones durante el primer semestre. Todo ello con un margen bruto que disminuyó en 2009 y se ha estancado en 2010. El sector ha perdido en dos años (2008-2009) más de 700.000 empleos.
Si alguien creía que las preocupaciones de las constructoras con su apalancamiento habían disminuido está muy equivocado. Observando el cuadro adjunto se comprobaba que el pasivo total financiero de las seis grandes constructoras españolas a 30 de junio se elevaba a 87.228 millones de euros, 10.000 millones más que un año antes. Y lo peor es que el 90% de esa cantidad era pasivo a corto. Al tiempo, el EBITDA de las seis grandes corporaciones (Ferrovial, Acciona, ACS, Sacyr, FCC y OHL) caía desde los 9.700 millones de euros a los 7.362, para estancarse en el presente ejercicio, donde se espera cerrar con algo más de 7.000 millones.
En dos años, el sector ha perdido 700.000 empleos y el apalancamiento ha pasado -en los seis primeros meses del presente año- del 10,6 al 11,6%.
Se mire como se mire, la situación de las constructoras españolas es preocupante. Y la solución no está en las fusiones, aunque se haya intentado, sino en la internacionalización. Claro que para eso se necesita dinero.
Miriam Prat
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