Ahora bien, en casi todas las juntas, los accionistas delegan su voto en los administradores. En la tarjeta de delegación se indica que, si no se especifica lo contrario, se entiende que el delegante vota a favor de todos los puntos del día. Sin embargo, recuerden el artículo, algunas compañías se curan en salud, añadiendo la siguiente apostilla: En el caso de que se introduzca alguna propuesta no contemplada en el orden del día, se entiende que usted vota en contra o que delega en el Consejo. Ahora bien, considerando que la única propuesta no precisa que puede introducirse es, precisamente, la reprobación del Consejo, sepa el delegante que ha votado en contra, sin él saberlo, o con el Consejo. Y, naturalmente, no parece que el Consejo vaya a reprobarse a sí mismo. Tamaña capacidad autocrítica suele ser ajena a los administradores de grandes empresas. ¿Estamos hablando de una corruptela? Sí, e incluso podríamos hablar de fraude, pero, eso sí, or elegal.
La comunión en la mano no es más que la vanguardia contra la supresión de la Eucaristía
15/12/24 15:00