Nunca es tarde si la dicha es buena. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha emitido un informe en el que denuncia que las tarifas de telefonía móvil no caen por la escasa competencia en el sector. Albricias y pan de Madagascar. Ya sólo queda que intervenga el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC), que para eso estrena edificio.

 

La rentabilidad de la telefonía móvil ronda el 45% de la tasa de beneficios sobre ingresos. Una cuantía exagerada, si tenemos en cuenta que las grandes constructoras no llegan al 5%. Sospechar pacto entre caballeros es legítimo. Y resulta grave. No sólo porque rompe el espíritu del libre mercado, sino porque el eventual acuerdo dificulta el desarrollo de la sociedad de la información, clave para el desarrollo económico y social.

 

Segunda en la frente. Porque la primera la protagonizó el nuevo director gerente de Red.es, Ramón Palacio, que llamó la atención a las operadoras sobre el alto precio de llamar de fijo a móvil: "Tendrán que reaccionar porque el consumidor retrae el consumo ante el elevado precio percibido". Pero Telefónica no escucha y sube un 16% las llamadas de fijo a móvil en horario reducido.

 

 

Bien por la CMT que sigue trabajando a pesar de su traslado a Barcelona. Una mudanza que no sólo goza de la oposición de su presidente Carlos Bustelo, sino de la misma UGT que califica el traslado de "irresponsable". ¡Qué bien debe de estar la situación laboral española para que la UGT se dedique a opinar sobre la movilidad geográfica de 150 profesionales!