Aumenta la obra social y disminuye el presupuesto de la Fundación que lidera José Vilarasau. Ahora, la obra benéfico social supone microcréditos, vivienda social y créditos blancos para emprendedores. Menos cultura, menos exposición y más ayuda a los necesitados. El cambio no parece mal. Pero el destinatario de los mismos también es reseñable.