Todos los socios privados españoles están dispuestos a vender pero exigen una valoración de la compañía superior a los 1.000 millones de euros

 

 

La Caixa está dispuesta a convertirse en el primer transportador (carrier) de comunicaciones de España. Ya adquirió la red que transporta la señal de TV y ahora se ha planteado un claro objetivo: Hispasat.

 

En estos momentos, el fabricante de satélites español, que controla las comunicaciones por satélite en todo el mundo de habla hispana, está compuesto por los siguientes accionistas: Eutelsat, (27,7 %), AUNA (17,6 %), Inta (16,4 %), Telefónica (13,2 %), BBVA (10,8 %), SEPI (7,4 %), EADS-CASA (5 %) y CDTI (1,9 %).

 

Es decir, que si sumamos las participaciones de Estado, estaríamos en un 31 %. Por su parte, los accionistas privados poseen un 42 %. Pues bien, eso es lo que La Caixa quiere adquirir para controlar la compañía que preside Pedro Antonio Martín Marín. Dicho de otra forma La Caixa pretende controlar Hispasat con la compañía de un socio industrial, el consorcio europeo Eutelsat, y la presencia del Estado español que se considera clave en una empresa extranjera.

 

Y la operación no es difícil, dado que tanto AUNA como Telefónica y BBVA están dispuestos a vender. Ahora bien, el problema es, casualmente, el precio. En definitiva, los tres socios privados aseguran que no están dispuestos a desprenderse de sus participaciones si no se valora la compañía al mismo precio al que compró Eutelsat. En otras palabras, no aceptarán todo lo que sea valorar Hispasat  por encima de los mil millones de euros.

 

El presidente de La Caixa, Ricardo Fornesa, considera que el precio es alto pero no está dispuesto a que le arrebaten su sueño de convertirse en la infraestructura de señales audiovisuales de España y del área hispana, tanto por tierra como por satélite. Por lo que respecta al nuevo Gobierno, el ejecutivo considera que debe seguir en manos españolas así como mantener su programa de inversiones en transmisiones vía satélite. Que es tanto como dar un visto bueno a la operación. Ahora sólo es cuestión de dinero.