Por mucho que se empeñe el consejero socialista de la Junta de Andalucía, y ex ministro de Trabajo de Felipe González, José Antonio Griñán, la aprobación del banco que postula la Junta de Andalucía, con el dinero de las cajas de ahorros andaluzas es inminente. La verdad es que ni es inminente ni la decisión del Banco de España tiene por qué ser informativa. Sencillamente, al Banco de España no le gusta que las cajas posean ni bancos ni empresas industriales.
Lo que ocurre es que Griñán tiene verdadera obsesión por cumplir el deseo del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, encargado de contar con un instrumento aún más a su media que las cajas andaluzas, las más trufadas por el poder político de la zona. Nada nuev en sus tiempos de ministro de Trabajo, Griñan tenía en su despacho una foto de su ídolo, Manuel Chaves.