En Repsol afirman que el presidente argentino Néstor Kirchner sólo les ha pedido participaciones minoritarias en YPF, la antigua petrolera argentina, hoy propiedad de Repsol. La verdad es que Kirchner no quiere un trozo de YPF: lo quiere todo, pero se trata de ir poco a poco. En el Gobierno argentino hay dos mensajes distintos: el oficial, que dicta Kirchner, el oficioso, es decir, el real. Que es el que transmite su jefe de Gabinete, todopoderoso Alberto Fernández, que es el que les cuenta las cosas que se deben saber a los periodistas.
Eso sí, Kirchner no quiere re-estatalizar YPF, lo que quiere es re-nacionalizar. En definitiva, al igual que pretende con otras empresa, pretende que aquello que se vendió regresen a manos de empresarios argentinos amigos. Y ya tiene dos candidatos: Gregorio Pérez Companc, probablemente la primera fortuna de la Argentina, que vendiera su petrolera a Petrobrás y que podría estar interesado en regresar al negocio. También los hermanos Bulgheroni Carlos y Alejandro- y su grupo Bridas, que en su día mantuvieron espléndidas relaciones con Carlos Ménem, pero que sierpe están dispuestos a llevarse bien con el Gobierno.