La última hora dice que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) detecta indicios de información privilegiada en la OPA amistosa formulada por Martinsa sobre el 100% de Fadesa. Considerando que ya un periódico había hecho alusión a la operación y que don Fernando Martín y don Manuel Jove comparten consejo en Unión Fenosa, al presidente de la CNMV, Manuel Conthe, se le podría decir aquello de muy bueno lo tuyo, Sherlock. Curiosamente la CNMV no aprecia información confidencial en los calentones de las eléctricas en vísperas de las recientes operaciones.
En cualquier caso, lo llamativo de la fusión Martinsa-Fadesa, que no son dos tías abuelas, sino dos inmobiliarias, es que el pez chico, y sobre todo menos diversificado, se come al grande. Ciertamente se trata de una OPA amistosa, pero las razones por las que se ha producido son estrictamente personales. El propietario de Fadesa, Manuel Jove, empezó como carpintero y se ha convertido en uno de los hombres más ricos de España, pero no está dispuesto a continuar en el negocio por dos razones: le falta sucesor y su salud no se lo permite. La salud ya le dio un susto nueve meses atrás cuando acudía al concierto de fin de Año en Salzburgo. Lo de la sucesión es aún más definitivo : Jove tenía dos hijas, María José y Felipa. María José tenía vocación de empresaria, y de hecho era la principal gestora de Fadesa, pero un derrame cerebral terminó con su vida a los 37 años de edad. Por sentido de la responsabilidad, su hermana Felipa, que nunca quiso dedicarse a la empresa, tomó las riendas y no lo ha hecho nada mal, pero lo suyo no es vocacional. Conclusión: a un hombre que ha hecho un imperio desde la nada, le ha alcanzado la maldición de las empresas familiares y prefiere quedarse de rentista.