Yo de mayor quiero ser Josep Benet i Morrell. La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Generalitat de Cataluña le ha concedido una renta vitalicia de 69.752 euros anuales. La partida aparece contabilizada en los presupuestos de 2004 en la siguiente dirección:

http://www.gencat.net/economia/pressupost2004/principals/annex/generalitat/e001605a.htm

 

Lo curioso del caso es que la citada renta vitalicia aparece junto a las actuaciones en patrimonio arquitectónico, las inversiones en inmobiliario, las obras de restauración de castillos históricos de la región, la adquisición de yacimientos, inversión en inmobilizado y la adquisición de fondos bibliográficos y documentales. ¿Qué pinta una renta vitalicia en este capítulo?

 

Y la pregunta inmediata es: ¿Quién es Josep Benet? Echamos mano de hemeroteca y descubrimos que el afortunado es un político, historiador y abogado marcado por su anti-franquismo y su participación en la segunda línea de la transición política en Cataluña. El mérito de su renta vitalicia debe descansar en los jirones en los que convirtió la bandera de Falange o en su papel de editor de publicaciones clandestinas en el régimen anterior. Sin duda, más que suficientes para que los ciudadanos de Cataluña, a través de la Dirección General de Patrimonio, hayan decidido otorgarle una renta vitalicia.

 

Lo curioso es que Benet es catalanista, pero no comunista. Se crió en los pechos de la Iglesia y amamantó su vocación política en la Escolanía de Montserrat. Su referente político es Unión Democrática de Cataluña. ¿Gol por la escuadra del Tripartito?