"No se trata de crear inflación institucional, sino de dotar de contenido a las actuales instituciones". Estas son las declaraciones con las que el nuevo presidente del Senado, Javier Rojo (PSE), se dispone a acometer las reformas de la Cámara Baja. Se trataría de convertirla en una verdadera cámara de representación territorial "que refleje la realidad plural de la España actual y la España de los próximos 25 años". Sin embargo, Rojo matiza que no habrá aventuras y que los partidos mayoritarios serán firmes en garantizar el marco constitucional.
En este sentido, el nuevo presidente del Senado aboga por tender la mano al PP por tratarse de un partido "muy importante", cuya participación en la reforma "resulta fundamental". Reconoce que quizás el PP no tenga excesiva voluntad de diálogo, pero asegura que dará "tiempo al tiempo" para que el "diálogo" mediante las complicidades sea posible.
En relación al controvertido plan Ibarretxte, Rojo asegura que el plan soberanista "no encaja en la Constitución" y adelanta el rechazo de la mayoría parlamentaria. "El PNV tendrá que aceptar ese resultado porque las instituciones están para algo y las leyes son para cumplirlas", afirma cuando se le pregunta sobre la previsión del plan de sobrepasar las instituciones en pro de la voluntad soberanista del "pueblo vasco".
Sin embargo, Rojo observa que hay todavía un recorrido que realizar en el plano autonómico. El presidente del Senado considera que las CCAA participen con el Gobierno nacional en las reuniones de la Unión Europea donde se tomen decisiones que les afecten directamente. Apuesta también por órganos de coordinación entre CCAA "para resolver problemas". Sin embargo, cree que estos órganos deben de ser diferentes a los ministerios, "porque las competencias cedidas son exclusivas de las CCAA". En este sentido, aplaude la iniciativa de Zapatero de reunir a los presidentes de las CCAA.