Por cierto, que García Abad define la autocensura como el arte de interpretar al editor: "El periodista o el director de un medio no actúan generalmente por indicación del propietario... sino que los directivos creen adivinar lo que el dueño desea". Un ejemplo: seguramente Jesús Polanco o Juan Luis Cebrián nunca han dado a sus redactores económicos una consigna en el sentido de que los Botín o los March deben ser muy bien tratados en todos los medios del grupo editorial, y audiovisual, más importante de España. Sin embargo, directivos y redactores interpretan que así es... y no verán ustedes una crítica a las dos grandes fortunas del país en el único multimedia que se autotitula de izquierdas.
Carlos Ocaña se confirma como el hombre fuerte de Telefónica, en representación de Moncloa... y de Florentino
11/12/24 18:08