Lo de British va para largo, sobre todo porque el agujero negro del fondo de pensiones de su personal va para largo y porque la cotización de BA exigiría negociar todo lo negociado.
Por eso, el presidente de Iberia, Fernando Conte ya está ensayando en abrir nuevos frentes. En concreto con dos aerolíneas que siempre han tenido a Iberia y su mercado iberoamericano en su punto de mira: la franco-holandesa Air France-KLM y la alemana Lufthansa. Conte está convencido de que Iberia debe contraer matrimonio y debe contraerlo ahora. Si no puede ser con British, que sea con Air France -ahora mismo la mayor aerolínea del mundo- o con Lufthansa. El problema es que se repite la paradoja: el grande es menos rentable pero más grande, ergo absorbe al chico.