En el primer trimestre de 2010 el resultado consolidado después de impuestos de Iberia se situó en 52 millones de euros de pérdidas, un 44% menos que el año anterior. El resultado de las operaciones, de 71 millones de pérdidas, mejoró un 52 por ciento.
El plan de la compañía para frenar las fuertes pérdidas de los últimos dos años parece ir surtiendo efecto. La reducción de gastos (el doble que la de los ingresos) se sumó a un aumento de la ocupación en 4,4 puntos porcentuales hasta el 80,8%. Tal y como preveía su plan, se ha mejorado la eficiencia reduciendo el número de aviones operados y aumentando la utilización de la flota hasta 10,5 horas por avión.
La disminución de la plantilla en un 5,2% ha supuesto una reducción del 3,8% en los gastos de personal. El menor coste del combustible ha contribuido también a las cuentas del primer trimestre, aunque este es un factor que no depende de la aerolínea.