Ha finalizado la visita de los cancilleres de la OEA a Honduras sin que se haya alcanzado acuerdo alguno. La OEA insiste en que se aplique el Acuerdo de San José para que regrese el depuesto Zelaya. El gobierno Micheletti señala que el regreso de Zelaya sencillamente no es una opción. Y no lo es porque ya ha sido depuesto, porque él mismo dejó de serlo ipso iure al violar la Constitución. Y sobre todo, porque no se fían de que aunque regrese maniatado pueda intentar un autogolpe.
El canciller hondureño, Carlos López Contreras, recuerda además que el próximo 29 de noviembre habrá elecciones en Honduras. Unos comicios convocados en mayo siendo presidente Zelaya, por lo que no existe motivo alguno para que la comunidad internacional no los reconozca. Aún así, el discurso de toda la institucionalidad hondureña es que lo importante es que sean reconocidos por el pueblo hondureño y que no van a permitir ingerencias de la comunidad internacional. Ni siquiera de Estados Unidos que acaba de negar el visado para la mayor parte de los hondureños.
Por último, López Contreras reconoce que sacar a Zelaya del país fue un error que se está investigando desde el 4 de julio y que será sometido al control judicial.