De la Vega es muy fina y no quiere hacer sangre. Pero el Gobierno está que fuma en pipa con el auto de la Audiencia Nacional en el que se critica al fiscal Burgos por no acusar a Otegi. En opinión de la Sala "existía prueba de cargo, directa, objetiva y suficiente" para condenarle. Pero los jueces se sienten impotentes ante la bajada de pantalones. Y por lo menos se desquitan escribiéndolo en el mismo auto.
Y como está en el auto, la vicepresidenta no opina. "No corresponde a la vicepresidenta hacer la crítica sana de las sentencias judiciales". Eso sí, mientras hacía "pedagogía" recuerda que en nuestro sistema el fiscal acusa, el juez juzga y los demás, acatamos. Por lo tanto, si el juez, en su autonomía, decide no acusar, no ha lugar al juicio.
Y no lo dice en público, aunque sí en privado, si no ha lugar a juicio, tampoco ha lugar a señalar en el fallo que sí existían pruebas de cargo. Vamos, que el tribunal se ha excedido en sus competencias y sugiere que podría ser examinado por el CGPJ. Para que vayan aprendiendo.
Por otra parte, De la Vega niega que haya habido instrucciones a la fiscalía y aprovecha para malmeter contra el PP calificándolos de "irracionales" e "irresponsables" por criticar a las instituciones judiciales. "Rajoy, en su desesperación por recuperar el poder, se está saltando todos los límites; y eso ni es razonable ni es responsable".
