• De esta manera, el Tribunal abre la puerta para que estas mujeres cuenten la verdad sin que recaiga sobre ellas responsabilidad penal alguna.
  • El juicio cobra un nuevo impulso, tras la amnesia que sufrieron durante su declaración los empleados del abortorio.
  • La acusación tratará de demostrar que en los centros de Morín no se cumplían los requisitos contemplados en la ley del aborto.
  • Y sentará las bases para que a partir de ahora, al menos, se cumpla lo que dicta la despreciable ley del aborto.

Este martes, el juicio contra el doctor Carlos Morín (en la imagen) y diez de sus colaboradores ha dado un giro de 180 grados: la Audiencia Provincial de Barcelona ha decidido que las mujeres que abortaron y que declararán en el proceso, bajo ningún concepto podrán ser imputadas ni en este ni en ningún otro procedimiento. O sea, que estas mujeres podrán contar la verdad sin miedo a que sus declaraciones puedan acarrear alguna responsabilidad penal.

La decisión del Tribunal ha dado un nuevo impulso al juicio, tras la amnesia que sufrieron los empleados del abortorio durante sus declaraciones. Entre ellos, se encontraban las testigos protegidas que en su día delataron a Morín, pero que a la hora de declarar durante el juicio afirmaron no recordar nada.

Ahora, tras la decisión de la Audiencia, tanto Alternativa Española (AES) como el resto de asociaciones integrantes de la Plataforma Caso Morín -que consideran ilícito cualquier tipo de aborto- tratarán de demostrar que muchos de los abortos practicados en los centros de Morín eran ilegales: algunos se llevaron a cabo fuera de las semanas permitidas por ley, en otros casos no existieron los informes psiquiátricos oportunos, y otros, directamente, no entraban en ninguno de los casos permitidos legalmente. Además, en muchos casos las mujeres pagaban los abortos sin recibir a cambio factura alguna ni justificante de pago.

En resumen: el giro que ha adoptado este juicio puede sentar las bases para que, de una vez por todas, se haga cumplir la despreciable ley del aborto en España, y para que el tercer supuesto -que peligre la salud física o psíquica de la madre- deje de ser un coladero para justificar la matanza de los más indefensos.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com