En estos tiempos de paro y desesperanza conforta que un lema nos recuerde que no estamos solos con nuestras dificultades cotidianas.

Sr. Director:

Dios viaja en autobús por las calles barcelonesas de la mano de Gandhi, para recoger nuestras angustias y darles salida. Y mientras Obama inicia su periplo "con la ayuda de Dios", jura sobre la Biblia y pide su bendición para sus fieles seguidores, podemos preguntarnos qué fue de nuestra adhesión a la Iglesia por la que Dios se hizo hombre y dio su vida.

Los alharacas ateas tienen las de perder al transmitir un disfrute imposible, emboscado en pesimismo y desaliento, algo de lo que ya tenemos demasiado en este mundo caótico y falto de talento para  encontrarse con el Amor de Cristo.

Isabel Planas

Iplanas2@gmail.com