Pacto en las alturas: Florentino Pérez, presidente de ACS, ha obtenido el visto bueno de los March y los Albertos para compaginar la Presidencia del Real Madrid y la de ACS, según han comunicado a Hispanidad fuentes el grupo financiero mallorquín. Esta misma semana, Pérez podría hacer pública su decisión de aspirar a la Presidencia del Real Madrid, aunque él está empeñado en hacerlo en solitario, sin necesidad de celebrar elecciones por falta de competidores (quién puede poner cerca de 60 millones en avales) y siendo elegido por aclamación, ¡oh capitán, mi capitán!
Pero el acuerdo no le ha salido gratis. Los Albertos, los March, exigen que en un momento crucial para ACS, empresa más que sobre-endeudada (interesante artículo al respecto, el de hoy en Negocio): los dos primeros accionistas exigen que se refuerce el equipo directivo de ACS, por ejemplo, con un consejero delegado. Los Albertos vuelven a poner sobre la mesa el nombre de su primo y hermano, Alfonso Cortina, pero Marcelino Fernández, podría cubrir ese puesto mejor que bien.
Y no sólo eso, Pérez, inasequible al desaliento, ¡oh capitán, mi capitán! Tampoco renuncia a Iberdrola. La verdad es que las cuentas no salen, porque, a pesar de haber vendido Fenosa hay mucho que pagar -por ejemplo, el coste de haber comprado Fenosa y luego un 7,8% de Iberdrola). No nos engañemos, por sí sola ACS sólo puede abrir un frente judicial para lograr un consejero en Iberdrola y eso tras llegar al 20% con la lengua fuera, para poder consolidar. No, lo que se busca es la traición de la BBK y su 7% del capital, e incluso con el cambio político en Euskadi y el también previsible relevo de Xavier de Irala por Ignacio Sánchez Asiaín -nacionalista el primero, filo-PSOE el segundo-. Sin esa traición, echar a Ignacio S. Galán se plantea tarea ardua.
Piensen que en esta semana podría cerrarse en falso la venta de la filial de puertos de ACS (Dragados, SPL), una gran empresa pero para la que Pérez no encuentra comprador... porque hoy nadie compra nada.
Y por si, ¡oh capitán, mi capitán! no tuviera tiempo para regir el Real Madrid, ACS y, en un futuro Iberdrola, Pedro López Jiménez se presta a ayudarle en los tres frentes, especialmente en Iberdrola, donde ya se ha pedido el puesto de consejero y en el Real Madrid, donde no deja de recordar que él fue quien negoció el fichaje de David Beckham.
Por lo demás, al ministro de Industria, Miguel Sebastián no le gusta que Pérez se dedique a armar broncas empresariales con la que está cayendo. Sabe que en cuanto dos españoles riñen se aprovecha un extranjero. Y aunque la batalla de Endesa ya le dejó escaldado, ha hecho saber a Pérez que éste no le parece el mejor momento.
Eulogio López
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