Nueva incursión del actor Harrison Ford en el género de acción, en una película entretenida pero con pocas sorpresas argumentales.

 

Jack Stanfield (Harrison Ford) es el jefe de la seguridad informática del Landrock Pacific Bank de Seattle.  Se ha forjado una buena reputación diseñando sistemas para proteger al banco de la constante amenaza de los hackers, cada vez más sofisticados con sus complejas redes de rastreadores, códigos de acceso y firewalls. Pero Jack vivirá su peor pesadilla, cuando un astuto y cruel ladrón (Paul Bettany) planea un medio para apropiarse del dinero del banco: secuestrar a la familia de Jack, en su propia casa, como forma de presión para que éste burle la seguridad que él mismo ha creado.

 

Si tienen buena memoria, no es nueva  la idea de que un villano se cuele en la vida privada de un ejecutivo bancario y le  amenace con hacer daño a su familia. Hace 5 años, el director Barry Levinson la desarrolló de forma cómica en Bandits. En esa ocasión dos estrafalarios ladrones (interpretados por Bruce Willis y Billy Bob Thornton) pasaban la noche con los directores de banco, y sus familias, y, por la mañana, antes de la apertura, entraban a robar la entidad por la puerta principal. Aquella película tenía su punto original, Firewall no.

 

De nada sirve, un reparto magnífico (a Harrison Ford lo acompañan Paul Bettany -visto en Una mente maravillosa, Master and Commander etc- y Virginia Madsen la belleza rubia de Entre Copas- ) si el guión no es nada novedoso e, inevitablemente, recuerda a otras películas anteriores de Harrison Ford como Air Force One o Juego de patriotas .

 

Por cierto, un consejo si van a verla: no  pierdan de vista al chucho de la familia

 

Para: Los incondicionales de Harrison Ford, a los que no les importe ver una película predecible de principio a fin.