Sr. Director:

¡Cómo me gusta ir por la calle y leer: "Casa fundada en 1.800" , "Colomer e hijos. Desde 1.918", "Celebramos los 75 años del establecimiento "...! O cuando te presentan un buen vino : "es de la cosecha del 92 " (por ejemplo)... Todos valoramos la antigüedad de las cosas, sucesos , negocios , familia...porque supone solera , experiencia , años de trabajo , luchas , sabor a algo maduro ¿verdad?

Siguiendo con este hilo, me gustaría contar una anécdota. La otra tarde en mi comercio, viví una escena de lo más entrañable: las nietas y las hijas, acompañaban a la abuela (con un aspecto estupendo, por cierto) a comprarse un vestido para celebrar sus Bodas de Oro de matrimonio. ¡Había que oírlas en directo! ¡Cuantos piropos!: "la abuela con mejor tipo!, "mírela qué guapa y cinco hijos que ha tenido !", "abuela, al abuelo le va a dar algo cuando te vea !"...¡En fin! una ternura. Cuando se fueron nos dejaron el buen gusto del cariño de familia: tres generaciones unidas por ese afecto que saben transmitir los años bien vividos de un matrimonio con solera y feliz.

¿No les daría  que pensar a esos matrimonios jóvenes, que a la mínima se rompen, ver estas personas que han forjado su fidelidad durante 50 años, en los que habrá habido sus "luces y sombras"?. Gente que sabe que la vida son luces, sombras y colores y que la gracia está en mezclarlos los tres para conseguir un buen cuadro. Las gracias a ellas que nos hicieron pasar tan buen rato. Las gracias a tantos matrimonios (como el de mis propios padres) que nos enseñan el arte del amor, y....ahí queda el reto para muchos de ilusionarse con cuajar su amor en esa fidelidad, para saborearla al cabo de los años.

Anna Mestre Olivart

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