Para evitar que un caso Ciempozuelos le salpicara en su carrera política
El mundo del ladrillo anda un tanto mosqueado con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Desde hace tres años, todos los planes urbanísticos están frenados a cal y canto. Todos. Y son casi 100. A la cola. Así que muchas inversiones están frenadas esperando el visto bueno de la presidenta.
¿La razón? Aguirre no quiere tener sorpresas. O dicho de otra manera: no quiere que se repita un ‘caso Ciempozuelos' que la dejó con la brocha en la mano. Así que decidió suspenderlo todo hasta las elecciones autonómicas. Pero aquello fue el pasado 27 de mayo de 2007. Ha pasado más de un año. ¿Por qué sigue el grifo administrativo cerrado? Aguirre aspira a algo más y sigue sin querer que el ladrillo le amargue su carrera política. Así que la política restrictiva sigue en pie. Lo que pasa es que el asunto es tan impresentable que parece que ha decidido abrir la mano. Aunque tampoco mucho. En breve se aprobarán 4 ó 5 planes del casi centenar que están a la cola.