A preguntas de Nativel Preciado, en los desayunos de RTVE, el ministro de Defensa ha reconocido que España vende armas a Arabia Saudí. Es decir, a una de las más duras tiranías del mundo. Un país en el que te pueden condenar a muerte por tener una Biblia. Ese es el camino que lleva al Estado islámico y el país de donde surgió Ben Laden.

Morenés (en la imagen) se defiende de la manera más torpe: aduce que Arabia Saudí forma parte de todos los organismos multilaterales y que no ha sido denunciado por violar los derechos humanos. Pues si no lo ha sido es porque Occidente depende de la manipulación del precio del petróleo de la monarquía saudí. Las constructoras españolas, por ejemplo, son esclavas de la obra civil del Golfo Pérsico.

Mucho me temo que en la diplomacia  internacional hay mucha hipocresía.

Hispanidad

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