Las bolsas de Nueva York y Tokyo han dado un primer paso hacia su fusión. Asimismo, existe un proyecto de fusión bursátil entre la bolsa de Estados Unidos y la europea, y multiforme, Euronext.

De la misma forma, un aparentemente imparable movimiento globalizador tiene a una sóla moenda global, con una sola autoridad monetaria mundial.

¿Son buenos ambos procesos? Ciertamente ahorran costes, pero plantean escenarios sobrecogedores, adjetivo que no procede de coger el sobre, como se decía de los viejos periodistas sobrecogedores, sino del miedo que produce la concentración global de poder, verdadera obsesión de todos los partidarios del Nuevo Orden Mundial, tan viejo como el siglo XX.

Una sola moneda implica una sola autoridad mundial, que aún es más peligroso que un único mercado, pero ambos comportan concentración de poder y monopolios abusivos, sea de los medios de cambios o sea de una actividad mercantil. Por ejemplo, el ahorro mundial, también el ahorro para la vejez de los fondos de pensiones esta volcado en las bolsas, que oscilan violentamente cuando a cualquier tirano le da por invadir el país vecino o un oligofrénico como Ben Laden consigue estrellar aviones en los rascacielos. ¿De verdad podemos fiarnos de algo tan frágil y tan abusivo como las bolsas globales y las autoridades monetarias planetarias? ¡Da vértigo!

Eulogio López