O2 y Vodafone luchan por reducir el porcentaje
El famoso iPhone de Apple ha supuesto el acontecimiento tecnológico del año en Estados Unidos. Steve Jobs prefiere firmar acuerdos, y en exclusiva, con el operador de telecos dominante en cada país. Una exclusividad que agrada al operador, ciertamente, pero que, ojo, comporta algo nuevo en el negocio: el reparto de los ingresos.
En concreto, el gasto telefónico, o de cualquier otro servicio de línea, de los clientes de iPhone en Estados Unidos, se repartirán, 50 por 50, entre el fabricante Apple y la teleco ATT.
Esta es la razón por la que las negociaciones en Reino Unido, Francia o Alemania son tan difíciles de cerrar. Se trata de rebajar ese porcentaje. En Gran Bretaña, pelean O2, que según rumores de mercado se habría alzado ya con la victoria, y Vodafone.